Antes de la Encarnación la virgen inmaculada y el hombre justo fueron desposados en amor matrimonial verdadero. El misterio de la venida del Salvador al mundo comienza con una pareja comprometida cuya relación estaba basada en el deseo de darse a sí mismos completamente al amor de Dios. En modo que no pudieron saber, este desposorio era parte del plan de Dios.
Imagínese la gratitud de María y su confianza que su amor por José expresaría y apoyaría su más puro amor por Dios. Piense en como José ha de haberse considerado el hombre más bendecido al estar desposado de Santa María. Admiren su compromiso incondicional el uno al otro de acuerdo al plan de Dios. Medite con los Santos Esposos acerca de la maravilla del llamado de Dios para usted.
María, llena de gracia, y José, hijo de David; honor a ti, Madre de Dios, y a ti, custodio del Redentor. Eterna alabanza al Niño con quien formaron una familia, Jesús, El Prometido.
Santos Esposos, …
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